miércoles, 5 de octubre de 2011
Mayas primeros astrónomos mexicanos
Para entender la trayectoria de los astros, los sacerdotes se sentaban cada día en lo más alto del templo y fijaban la vista durante largo rato en el horizonte. Con este método, y utilizando un simple palo perpendicular al suelo, lograron definir el paso del Sol por el cenit, pues al encontrarse el astro en su punto más alto, el palo no proyectaba sombra.
Pero la atención de los astrónomos mayas volvía una y otra vez hacia el Sol, lo que los llevó a rastrear el camino de la estrella a lo largo del cielo. En el arte maya, el recorrido del Sol por la elíptica aparece marcado en las constelaciones de estrellas fijas como una Serpiente de Dos Cabezas. Y es el día de hoy que, en las ruinas de Chichén Itzá, aún puede verse perfectamente, durante el ocaso del equinoccio, cómo una enorme y asombrosa serpiente de luz desciende del templo para bendecir la tierra fértil y anunciar un nuevo ciclo.
Fuente: http://sobrehistoria.com/la-ciencia-de-los-mayas/
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